Diferencia entre 'asimismo', 'así mismo' y 'a sí mismo'

A sí mismo, así mismo y asimismo suenan prácticamente igual, pero tienen significados distintos. Y conviene distinguirlos.

A sí mismo está formada por la preposición a, el pronombre reflexivo y el adjetivo mismo (el cual admite variaciones de género y número: a sí misma, a sí mismos, a sí mismas). Ejemplo: "Normalmente, los políticos se votan a sí mismos".

Las formas así mismo y asimismo se emplean indistintamente cuando su significado es el de 'también o además', aunque es preferible la grafía en una sola palabra (asimismo). Ejemplo: "Asimismo, me gustaría que todas las opiniones se tuvieran en cuenta".

Asimismo, conviene señalar que así mismo se utiliza cuando el adjetivo mismo funciona como refuerzo y puede omitirse, dejando sólo el adverbio así. Ejemplo: "Lo hizo así (mismo)". Sin embargo, este uso es menos común, con lo que os aconsejo que centréis vuestros esfuerzos en las demás distinciones.

EJERCICIOS

¿A sí mismo, así mismo o asimismo?

● El chico se contempló a sí mismo/así mismo/asimismo en el espejo.
● A sí mismo/Así mismo/Asimismo, deseo destacar la labor de la policía.
● Lo encontré a sí mismo/así mismo/asimismo.
● A sí mismo/Así mismo/Asimismo, hay que terminar de barnizar las sillas.
● Era un joven desgraciado porque no se gustaba a sí mismo/así mismo/asimismo.

SOLUCIONES

● El chico se contempló a sí mismo en el espejo.
● Así mismo/Asimismo, deseo destacar la labor de la policía.
● Lo encontré así mismo.
● Así mismo/Asimismo, hay que terminar de barnizar las sillas.
● Era un joven desgraciado porque no se gustaba a sí mismo.

Algunos ejemplos admiten dos respuestas, aunque yo recomiendo la grafía en una sola palabra (asimismo). Por cierto, la recomendación del día es la sorpresa cinematográfica del momento: A cambio de nada, cuya crítica podéis leer aquí.

'Bajo el arcoíris': novela de Juan Roures (2015)

Espero que me disculpéis, porque, por una vez, voy a dejar de lado la ortografía (aunque no el correcto uso del lenguaje, espero) para hablaros de mi primera novela: Bajo el arcoíris, una historia sobre la amistad y la identidad protagonizada por cinco jóvenes homosexuales que comparten sueños y decepciones en las calles de Madrid.

Bajo el arcoíris incluye el alma de cinco personajes cuyas vidas se entrelazan por azar, uno de los elementos clave de esta reflexión sobre la existencia a una temprana edad. Éstas son las historias del sensato y enamoradizo Besay, el cínico y cautivador Guille, el bonachón y despistado Leo, el conservador y acomplejado Álex y el ingenioso y valiente Fran, las cuales, en parte, constituyen mi propia historia, pero, sobre todo, conforman las historias de las personas que conocí en COGAM (la asociación LGTB de Madrid), que he intentado retratar con humor y honestidad.

Suena tópico decirlo, pero realmente he escrito el libro que a mí me habría gustado leer hace unos años. Si os acercáis a la sección LGTB de cualquier librería, descubriréis que la mayoría de las portadas incluyen hombres sexis, a menudo directamente desnudos. Para mí, la homosexualidad es otra cosa. Y escribí Bajo el arcoíris con la intención de normalizarla. Por eso, creé personajes que afrontan la homosexualidad de distintas maneras y hablan sobre ella con naturalidad (sería ingenuo afirmar que los gais no hablan de ser gais a menudo, sobre todo cuando acaban de “salir el armario”). Sin embargo, la homosexualidad no es el elemento principal del libro, del mismo modo que no es el elemento principal de la vida de nadie. La sexualidad (sea la que sea) tan sólo es una parte de nosotros. Y, por supuesto, afecta a nuestra forma de relacionarnos con las personas que nos rodean, tanto en el amor como en la amistad.

Y es precisamente la amistad la clave de Bajo el arcoíris. El sexo e incluso el amor son secundarios para mí porque no creo que sea eso, sino la amistad, la parte más importante de la vida de los jóvenes homosexuales (aunque ellos mismos no lo sepan). A fin de cuentas, la mayoría ha vivido una adolescencia de
 mentiras que les ha impedido forjar lazos verdaderamente fuertes. Por eso, en cuanto aceptan su propia identidad, están deseosos de conocer a otra gente que haya pasado por lo mismo que ellos. Y así se forjan amistades inquebrantables.

Con Guille, Besay, Leo, Álex y Fran he intentado crear cinco personajes muy distintos, de modo que cualquiera pueda identificarse, al menos, con uno de ellos, sea cual sea su identidad. En Bajo el arcoíris quiero recordar a todos los jóvenes gais del mundo que no están solos (y que nunca lo han estado, por muy oscuro que parezca el final del túnel). Sin embargo, esta obra no es sólo para ellos. No. Bajo el arcoíris va dirigida a todo aquel que siente o ha sentido que no encaja en este mundo. También a aquellos que se han enamorado con toda su alma y han sido correspondidos. Y a aquellos que no lo han sido y han debido recoger los pedazos de su corazón. Es una obra para quien ha puesto la amistad por encima de cualquier otra cosa, incluso para quien nunca ha tenido un amigo de verdad pero sigue buscando, consciente de que la vida siempre está dispuesta a sorprendernos.

Si has reído y llorado con y por las personas que quieres, esta novela es para ti.

¿Y cómo hacerse con Bajo el arcoíris

Pues, por ahora, está disponible en las siguientes librerías por sólo 13,95€:

-A different life (Calle Pelayo, 30 Madrid)
-Alejandría (Calle Almansa 2, Pozuelo de Alarcón, Madrid)
-Antinous (Carrer de Casanova 72, Barcelona)
-Berkana (Calle Hortaleza 62, Madrid)
-Cómplices (Carrer de Cervantes 4, Barcelona)
-Hontza (Okendo Kalea 4, San Sebastián)
-La Librería del Puerto (Calle Ruiz Zorrilla 17B, Santander)
-La Viuda (Rúa Lamas Carvajal 28, Orense)
-Sar Alejandría (Plaza de las Aulas, Castellón)

También podéis comprarlo por correo en la página web de EdítaloContigo, así como haceros con el EBook en Casa del libro. En ambos casos, podéis contactarme a mí directamente.

Si queréis estar al tanto de todas las novedades de Bajo el arcoíris, os invito a seguir las páginas de Facebook (Bajo el arcoíris) y Twitter (@BajoElArcoírisJR). Y, si no podéis venir a la presentación pero queréis haceros con el libro cuanto antes, podéis encontrarlo en la página de EdítaloContigo.

¡Gracias a todos por vuestro tiempo! Nos vemos pronto (hablando de la lengua castellana, por supuesto).


Diferencia entre 'indio', 'hindú', 'hinduista' e 'hindi'

Se suele decir que Cristóbal Colón descubrió América, pero lo cierto es que el navegante español creyó haber alcanzado la costa de la India. A ello se debe que llamemos indios, tanto a los indígenas americanos, como a los naturales del país asiático. Por consiguiente, el vocablo indio tiene ambas acepciones.

Si queremos evitar confusión, podemos recurrir al término hindú como gentilicio de la India, pero entonces nos encontramos con un nuevo problema: la RAE también permite emplear ese vocablo para referirse a quienes practican el hinduismo. Y, aunque la mayoría de los habitantes de la India son practicantes de dicha religión, no debemos mezclar ambas denominaciones. Como solución, se introdujo el término hinduista para referirse a los seguidores del hinduismo. Por su parte, el hindi es el idioma más utilizado por los indios/hindúes. 

En resumen, lo más claro es llamar indios a los indígenas americanos, hindúes a los habitantes de la India e hinduistas a los seguidores del hinduismo, pero la RAE acepta indio para las dos primeras definiciones e hindú para las dos segundas. Hasta que se ponga solución a esta confusión, lo mejor es matizar y contextualizar. Por cierto, todos estos términos (con o sin hache) derivan del río Indo, en cuya cuenca se desarrolló la rica civilización de la India.


La Celestina, de Fernando de Rojas (aprox: 1500)
La Celestina
1499 - España
Fernando de Rojas
(Teatro recomendado)

¿'Obtar' u 'optar'?, ¿'obtener' u 'optener'?, ¿'ob' u 'op'?

Obcecar, objetar, obtenerobsesionarobstaculizarobstruir, obtener, obviar… Muchos son los verbos que empiezan por ob. No es ese el caso del verbo optar, que se escribe con p. El sonido similar de ambas letras (p y b) en esa posición lleva a confundirse entre optar y obtar. Y, lo que es peor, nos hace dudar de cara a los demás verbos señalados.

Por suerte, optar es el único verbo importante que empieza por  op, con lo que basta aprenderse su escritura para recordar que todos los demás se escriben con b. Hoy ha sido muy fácil, ¿verdad? En realidad la ortografía suele ser fácil cuando nos paramos un poco a reflexionar sobre ella.

De todos modos, ya que hoy es el Día del Trabajador, olvidaos de la ortografía e id al cine a ver, por ejemplo, Felices 140, la primera gran película española del 2015 (podéis leer mi comentario del film aquí).


Cartel de Felices 140 (Gracia Querejeta, 2015)
Felices 140
2015 - España
Gracia Querejeta
(Película recomendada)
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