¿'A diferencia que' o 'a diferencia de'?

Me hallaba ayer leyendo un artículo sobre 'errores comunes del lenguaje' cuando encontré, en el propio texto, un error más común que cualquiera de los mencionados. Se trata del uso erróneo de a diferencia que en lugar de la locución preposicional a diferencia de, utilizada para denotar discrepancia entre dos cosas.

Así, oraciones como "A diferencia que Francia, España es un país monárquico" y "A diferencia que tú, yo no como productos grasos" son erróneas. Lo correcto es "A diferencia de Francia, España es un país monárquico" y "A diferencia de ti, yo no como productos grasos" (fijaos en que, en el segundo ejemplo, el es, se sustituye por ti).

La confusión deriva de la mezcla entre Al contrario que y A diferencia de, que da como resultado el híbrido A diferencia que. Por tanto, las frases anteriores también pueden formarse como "Al contrario que Francia, España es un país monárquico" y "Al contrario que tú, yo no como productos grasos". 

Es este un error poco perceptible pero muy común, así que no olvidéis tenerlo en cuenta. Así, a diferencia de la mayoría de la población, hablaréis con total corrección.


Los simuladores, serie de Damián Szifrón
Los simuladores
2002 - Argentina
(Serie recomendada)

¿Se puede decir 'almóndiga' y 'cocreta'?

Cada vez que se quiere criticar a la RAE, se hace referencia a la aceptación de las voces almóndiga y cocreta, incluidas como sinónimos de albóndiga y croqueta. Es éste un error, ya que la palabra cocreta no aparece en el diccionario, donde sí encontramos almóndiga.

Pero, ¿por qué añadió la RAE la palabra almóndiga? ¿Es esa su forma de fomentar la (in)cultura? La RAE se explicó afirmando que palabras como almóndiga (albóndiga), vagamundo (vagabundo), toballa (toalla), murciégalo (murciélago) y crocodilo (cocodrilo) están recogidas en el diccionario por su frecuencia de uso en determinadas áreas de habla española durante un largo periodo de tiempo. No obstante, no dejan por ello de ser formas vulgares cuyo uso se desaconseja.

Es decir: sí, la RAE incluye los vocablos almóndiga, vagamundo, toballa, murciégalo y crocodilo por ser bastante empleados en castellano, ¡pero también incluye diversas palabrotas e insultos y no por ello nos insta a usarlos!


La señorita de Trvélez, de Carlos Arniches
La señorita de Trevélez
1916 - España
Carlos Arniches
(Teatro recomendado)

¿'Dar que hablar' o 'dar de qué hablar'? ¿Se acentúa 'que'?

A menudo, hablamos sin pensar. Pero, cuando nos paramos a hacerlo, dudamos. Por ejemplo, ¿qué es correcto: 'dar que hablar' o 'dar de qué hablar'? La mayoría dudamos al hacernos la pregunta, aunque probablemente luego lo utilicemos correctamente. Y, a la hora de escribir, nos preguntamos si acentuar o no el que.

Pues bien, la opción correcta es 'dar que hablar'. Y sí, se escribe sin tilde en el que. Ejemplos: "La noticia dio mucho que hablar", "La situación da que hablar", "Los videoclips de Lady Gaga siempre dan que hablar".

Empero, la forma 'dar de qué hablar' está bastante extendida. En caso de elegirla, el que sí debería ir acentuado (qué), pero gramaticalmente es un conjunto de palabras extraño. Por tanto, yo recomiendo el uso de 'dar que hablar'.

Por cierto, la recomendación del día es la máxima nominada de los competitivos Premios Goya de este año.


Diferencia entre ‘burro’, ‘asno’, ‘mulo’, ‘burdégano’, ‘pollino’, ‘borrico’ y ‘jumento’

Hace un par de años se armó un auténtico revuelo cuando el Papa afirmó que no había buey y mula en el Portal de Belén. Pese a sus palabras, todo nacimiento que se preste cuenta con un buey y una mula. Pero, ¿importaría que, en vez de una mula, contásemos con una burra, asna, burdégano, pollina o borrica? Probablemente no, pero hay diferencias:

El asno es definido por la RAE como un animal solípedo muy sufrido, de metro y medio de altura, color ceniciento y largas orejas. Asno, burro, borrico y jumento son sinónimos, al igual que asna, burra, borrica y jumenta.

El pollino es un asno joven y cerril (no domado), aunque el vocablo a veces se emplea como mero sinónimo de asno. La forma femenina es pollina.

El mulo es el hijo de una yegua y un burro. La forma femenina es mula.

El burdégano es el animal resultante del cruce de un caballo y una burra (es decir, lo contrario que el mulo). El diccionario no recoge la forma femenina (burdégana).

Por tanto, la mula del portal de Belén era la hija de una yegua y un asno. No obstante, la RAE también nos permite llamar mulo al burdégano, lo que explica el escaso empleo de este segundo vocablo. Por cierto, sobra decir que todas estas palabras son empleadas con significados negativos y coloquiales que no vienen a cuento. Dicho esto, espero que, con o sin mula, hayáis disfrutado de unas felices navidades.

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